El CIRCUITO DE LA COMARCA propone conocer las costaneras de Viedma y de Carmen de Patagones, conectadas por los dos puentes de la ciudad.
La Capital de la provincia de Río Negro y la ciudad más austral de la provincia de Buenos Aires se levantan sobre el valle y la barda del río, respectivamente. Dos pasos terrestres se agregan a la tradicional navegación que permite conectar las márgenes sur y norte del río.
Por la costanera de Viedma, 5 kilómetros recorren desde el pie del puente Basilio Villarino hasta el puente Ferrocarretero, conectando diferentes sitios de interés histórico, cultural y paisajístico. Por las pasarelas de cruce peatonal se invita a recorrer Carmen de Patagones en un recorrido que cruza el casco histórico, barcazas fuera de servicio, museos y muelles de lanchas.
1-Puente carretero Basilio Villarino: en 1981 se inauguró en el kilómetro 40 del río Negro, dando continuidad a la Ruta Nacional Nº 3. El objetivo de su construcción fue agilizar el acceso a la Patagonia por una vía más rápida que la existente hasta entonces, al mismo tiempo que preservar la estructura histórica del puente ferrocarretero. Se lo llamó Basilio Villarino en homenaje al descubridor y primer navegante del río Negro.
2-Plazoleta del Barco Hundido: exhibe una chata motora que formaba parte del Servicio Oficial de Navegación del Ministerio de Obras Públicas de la Nación. Bajo la denominación 326, operó en aguas del río Negro desde 1924 hasta su desmembramiento en enero de 1949. Esta barcaza se ubica en la zona conocida como “Paseo de los Palistas” en homenaje a la trayectoria y personalidades destacadas del deporte en la disciplina del canotaje, y en consonancia con la locación de llegada de la Regata Internacional del río Negro, la competencia más extensa del mundo en su tipo.
3-Ministerio de Economía: una de las piezas arquitectónicas más singulares de la ciudad por su fisonomía típica cordillerana, orientada a disipar la acumulación de nieve en los tejados, fenómeno esperable en la región andina. El edificio forma parte de la historia nacional desde que el entonces Presidente, Raúl Alfonsín, habló al pueblo argentino desde uno de sus balcones anunciando su proyecto de traslado de la capital federal éstas costas.
4-Muelle de Lanchas: el muelle originariamente fue construido en el año 1914 con maderas traídas de Ushuaia. En 2008, en virtud de mejorar su infraestructura, se restauró y bautizó con el nombre de “Antonio Pelle” en reconocimiento a un personaje de los años 30’ conocido como “El Patriarca del Río Negro”, carpintero naval que hizo historia en el arte de la construcción y reparación de botes.
5-Fuente Pucará: construida en 1982, lleva su nombre en referencia a las aeronaves utilizadas en el combate por la defensa de las Islas Malvinas.
6-Centro Municipal de Cultura: fue inaugurado en el año 1969, financiado por el Fondo Nacional de las Artes con el objetivo de crear un espacio que posibilite potenciar la escena local y concentre la oferta de espectáculos de jerarquía nacional, al tratarse de la sala teatral con mayor capacidad de la ciudad con casi 500 butacas.
7-Plazoleta del Fundador: se encuentra en el lugar donde desembarcó por primera vez Francisco de Viedma, orientado por la disponibilidad de agua dulce y un extenso valle cultivable. En este sitio se erigió la primera fortaleza de la Población del Carmen, demolida rápidamente por el arrastre de río. En 1979, en conmemoración al bicentenario de la ciudad, se crea la actual plazoleta con el monumento al fundador.
8-Puente Ferrocarretero: fue fabricado en Hamburgo, Alemania, y traído desarmado en grandes piezas por barco y por tren. Se inauguró el día 17 de diciembre de 1931.
Originalmente contó con un preciso cálculo de ingeniería que permitió que se levantara en una de sus partes para dar paso a las embarcaciones mayores que ingresaban río arriba al puerto de Patagones.
El puente estaba provisto de un doble mecanismo operado por motores eléctricos, que combinaba un sistema de cremallera con el de balanceo de contrapeso por ladrillos y hierro.
El tramo basculante originalmente era de madera, que luego de la restauración fue reemplazado por planchas de metal prensado. Por tal motivo, en caso de pretender en un futuro retornarle su condición de levadizo, el cálculo del contrapeso debiera revisarse previamente. El mecanismo de cremallera se trató de un gran engranaje que al movimiento desplazaba el tramo móvil mientras lo hacía retroceder hacia la margen sur del río, propiciando una mayor apertura en ancho y en altura para el paso de las embarcaciones de gran porte.
Existió uno similar en Japón que fue destruido en la segunda Guerra Mundial, siendo este el único en su tipo que se conserva en el mundo.